Es común en la Patagonia poder caminar, andar en bicicleta o conducir durante días sin ver a otra persona, pero está garantizado que encontrará ciervos, ovejas, zorros y flores silvestres extraordinariamente hermosas en su camino.
Los impresionantes lagos y bosques, así como el terreno montañoso, evocan a Suiza, pero la población es 100% argentina. A finales del siglo XIX, colonos galeses llegaron a la Patagonia para criar ovejas, convirtiendo la Patagonia argentina en la capital lanera de Sudamérica. En una generación, los europeos se habían convertido en gauchos argentinos. El clima es fresco y ventoso, y por eso las variedades de maduración temprana, Merlot y Pinot Noir, prosperan aquí.